La corrección política

Luis M. Linde

Economista y Técnico comercial del Estado

Aun con contornos más o menos borrosos, todos tenemos una idea de lo que queremos decir cuando hablamos de la “corrección política”. Pero lo cierto es que cuando se intenta precisar con algún rigor, el concepto se hace escurridizo y no es fácil trazar sus fronteras y, a veces, ni siquiera estar de acuerdo sobre su existencia.

Una primera pregunta es la relativa al origen de la cuestión, de dónde viene, cómo nace el conjunto de restricciones, prevenciones y fórmulas (verbales, sociales y políticas) a través de las que se manifiesta la corrección política.

Parece claro que la corrección política, tal y como hoy la conocemos, todo lo que metemos en ese saco de objetos diversos que, por cierto, no paran de multiplicarse, empieza a ser perceptible, empieza a influir en el lenguaje y en la realidad social y política del mundo occidental después de la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¿de dónde viene?

Una explicación ampliamente aceptada es la que sostiene que lo que hoy llamamos “corrección política” tiene su origen en lo que en la historia de las ideas y de la filosofía se denomina “Teoría Crítica”, el conjunto de aportaciones de la Escuela de Frankfurt, nacida en esa ciudad en los años 20 del pasado siglo, trasplantada a los Estados Unidos tras la llegada de los nazis al poder en Alemania en 1933 y refundada otra vez en Frankfurt, en 1951, tras el regreso a Europa de varios de sus más destacados miembros, entre ellos su fundador, Horkheimer junto con Theodor W. Adorno.

Entre los primeros motores (después hubo otros, desde luego) del fenómeno de la corrección política hay que señalar dos “bloques de ideas” de la Escuela de Frankfurt, lanzadas ya en los años 30: el concepto de “persona autoritaria” y la crítica (o el rechazo) de la Ilustración.

Por otra parte, el contenido de la Teoría Crítica, sus sesgos y preocupaciones básicas, tienen mucho que ver con las circunstancias personales de los miembros de la Escuela: el horror ante el nacimiento y triunfo del nazismo, su huida de Alemania, los terribles sufrimientos que la barbarie nazi provocó en toda Europa y la preocupación por la suerte de los débiles (cuya representación más inmediata y dramática entendieron encarnada en los judíos).

Merece la pena señalar que, en el terreno político, la Escuela de Frankfurt, que nunca defendió  expresa o abiertamente a Stalin, ni al sistema soviético, tampoco se enfrentó abiertamente al régimen estalinista, ni denunció sus horrores, ni lo colocó, desde la perspectiva del sufrimiento humano, aunque fuera en diferentes lugares de la escala, en paralelo con el nazismo. Tendió a dejar a un lado esos horrores, a considerarlos como una “anomalía” del socialismo, y siguió manteniendo -a veces, implícitamente, pero también de forma explícita- que el capitalismo seguía siendo el gran problema de la humanidad.

Sin embargo, ha sido la preocupación por los débiles, los discriminados por cualquier razón, y que
sufren por ello, lo que más ha favorecido la expansión de la corrección política, la conquista por la corrección política de nuevos territorios a través de dos vías: la defensa de los débiles y la tendencia a defender o, al menos, a entender, las razones por las que debemos entender y aceptar la irresponsabilidad individual.

La corrección política se hace sentir hoy en día en multitud de escenarios y situaciones de las sociedades occidentales. Creo que hay que subrayar “occidentales”, sociedades y culturas de raíces  cristianas, porque todo parece indicar que en el mundo asiático las cosas son diferentes, para no mencionar el mundo musulmán. El impacto de la corrección es, verdaderamente, enorme en el lenguaje, que alimenta y sostiene los cuerpos sociales pero, a la vez, puede infectarlos y, por supuesto, a veces, los infecta.

La conexión entre la Teoría Crítica y la aparición y desarrollo de la corrección política podría, quizá,
resumirse, simplificando, en cuatro puntos:

  • El concepto de “persona autoritaria”, creación de la Escuela de Frankfurt -un concepto que está en la base del ataque a lo que se tipifica como la “familia burguesa tradicional”, organizada en torno a la figura del patriarca, con sus extensiones e interpretaciones psicoanalíticas, debidas fundamentalmente a Erich Fromm- que, en una asombrosa pirueta, se hace  responsable último del fracaso de las revoluciones socialistas y de la aparición del fascismo y del nazismo.
  • La crítica a la Ilustración, que favoreció el avance de los relativismos.
  • La defensa sistemática de los débiles, o de los así considerados en cada caso.
  • La, digamos, “toma en consideración” y aceptación, con todas sus consecuencias, de la  irresponsabilidad individual, que deriva directamente de la toma en consideración de la situación de los débiles y sus limitaciones.

Estas aportaciones de la Escuela de Frankfurt nacieron y se desarrollaron para intentar entender y
explicar el fracaso de las predicciones del marxismo clásico, tanto en su análisis económico, como en su teoría de la Historia, o como guía moral y social para la Humanidad. Por ello, no parece injustificado pensar que la fuente principal o, al menos, una de las fuentes de la corrección política, animal grotesco, pero feroz enemigo de la libertad y de la razón, ha estado y sigue estando en el intento de explicar o justificar el fiasco del marxismo.

Referencias

Linde, Luis M. Animal grotesco, pero ferozRevista de Libros.nº 179 · noviembre 2011,

– Theodore Dalrymple, contra la «corrección política». Revista de Libros.nº 138 · junio 2008

Si desea citar esta página

Linde, Luis M. (2018).   La corrección política. En Niaia, consultado el 29/10/2018 en https://www.niaia.es/la-correccion-politica/ 

La sesión del Seminario se celebra el martes 26/02/2019 en el salón de Grados de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación. Será retransmitida en directo a través de https://uam.adobeconnect.com/profesorado

Para ver la exposición, esta es la grabación: http://uam.adobeconnect.com/psi89x9gkk9u/ Se puede seguir muy bien la inervención de Luis M. Linde. Seguiremos mejorando la calidad.

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