Apuntes

LOS PROBLEMAS Y LOS DILEMAS MORALES


En esta página vamos a dedicarnos a exponer algunas orientaciones teóricas que nos ayudarán a la resolución de los problemas y dilemas morales
Empezaremos con una presentación general de lo que son los dilemas morales

La vida moral como problema

Según la tradición filosófica occidental, es posible identificar dos ámbitos distintos en la vida moral. Uno de estos dos ámbitos es el que tiene que ver con la búsqueda de la felicidad, objetivo principal de la vida práctica de los seres humanos. A él le han dedicado especial atención las éticas que hoy día agrupamos bajo el nombre de éticas de la virtud, con Aristóteles como su más famoso representante en la antigüedad y los utilitaristas a partir del siglo XIX. El otro ámbito es el que está relacionado con el cumplimiento del deber, cuestión que abordan fundamentalmente las éticas deontológicas y procedimentales, con los estoicos en el mundo clásico y Kant en el mundo contemporáneo como filósofos más representativos de este enfoque.
La distinción no deja de ser algo artificial, aunque es muy útil y debe ser mantenida. Además,en la historia del pensamiento moral ha habido otras muchas corrientes éticas que no coincidían con ningúna de las dos anteriores. Con frecuencia, los problemas que afrontamos en la vida cotidiana tienen que ver con ambos aspectos, pero también es frecuente que se den separados e incluso puede darse el caso de que entren en contradicción: hacer lo que es debido, cumplir con nuestro deber tiene en muchos casos un costo personal que parece estar en contra de nuestra felicidad, al menos a corto y medio plazo.
Los problemas morales, en su sentido más amplio, tienen que ver habitualmente con el primer ámbito, el de la búsqueda de la felicidad, sobre todo en el sentido de la plenitud de la propia existencia. Buscar la felicidad es siempre una difícil tarea que exige toda nuestra atención, desempeñando en este quehacer un papel central la prudencia, concepto que engloba un conjunto de destrezas cognitivas, y también afectivas, que nos permiten tomar las decisiones adecuadas. En estos casos, lo normal es que sean posibles varias alternativas y también la selección de medios muy diversos. La reflexión sobre los fines y los medios ocupa un lugar central del ejercicio de la prudencia.
Los dilemas morales son un subconjunto específico de los problemas morales. En este caso, el rasgo fundamental consiste en que tenemos solo dos alternativas, a lo sumo tres, y debemos optar necesariamente por una de ellas. En cada una de las opciones hay valores morales importantes que debemos tener en cuenta, pero el problema central es que están en conflicto: cumplir uno de ellos (por ejemplo, la lealtad) implica incumplir otro (por ejemplo, la veracidad). En este caso ocupa un lugar central la reflexión sobre los principios morales que deben guiar nuestra conducta y sobre las consecuencias que se derivan de optar por una u otra solución.


Los problemas morales

Entendemos por problemas aquellas situaciones en las que los seres humanos se ven obligados a realizar una reflexión para aclarar: cuál es exactamente el problema; cuáles son los objetivos que se pretenden alcanzar; y a continuación cuáles son los medios más adecuados para conseguir esos objetivos.
Dentro de los diversos problemas existen unos específicos que son los problemas de tipo moral.
En principio, todo problema puede ser un problema moral, pero conviene ser algo más restrictivos.
Dos tipos de problemas morales destacan: aquellos relacionados con la toma de decisiones que afectan a nuestra vida, esto es, nuestra capacidad de desarrollar un proyecto personal dotado de sentido y capaz de proporcionarnos felicidad; y aquellos que tienen que ver con el cumplimiento del deber.

La toma de decisiones

En la vida moral se nos plantean constantemente situaciones en las que nos vemos obligados a tomar una decisión. El núcleo de la reflexión personal al respecto suele situarse básicamente en una reflexión sobre medios y fines, pero teniendo en cuenta que los medios y los fines son flexibles y van cambiando.
En general, los estudiosos de la toma de decisiones han llamado la atención sobre una serie de etapas que, probablemente, son las que hay que tener en cuenta para elaborar tanto una estrategia de aprendizaje como una prueba de evaluación.
Estas etapas son:
  • Identificación y diagnóstico del problema
  • Generación de soluciones alternativas
  • Selección de la mejor alternativa
  • Evaluación de alternativas
  • Evaluación de la decisión
  • Implantación de la decisión

Los dilemas morales

Es un tipo específico de problema moral caracterizado por la exigencia de optar entre varias alternativas, preferentemente dos, que se muestran como incompatibles, implicando cada una de ellas diferentes valores.
Los dilemas ponen en juego las destrezas cognitivas propias del razonamiento moral:

Percepción del problema moral

Es el primer paso. Exige que alguien se dé cuenta de la dimensión moral de un problema y que lo describa con precisión destacando cuales son los valores que están en juego y el conflicto que puede haber entre ellos.
Dado que se trata de valores que están en conflicto, parece necesaria una evaluación de los fines que esos valores representan.

Análisis del contexto

Las situaciones morales no pueden ser analizadas sin tener en cuenta el contexto en el que se dan. Eso exige una especial valoración de las partes y del todo, esto es, de los diferentes aspectos que tiene un problema y de las relaciones que guardan entre sí esos aspectos.

Argumentación moral

Hay dos líneas básicas de argumentación en la vida moral. Una es la que, partiendo de los principios morales en los que una persona se basa, analiza las exigencias que dichos principios plantean ante el dilema, siendo la coherencia un criterio fundamental en este campo.
La otra es la que prevé las consecuencias y descarta aquellas actuaciones en las que los medios no son adecuados técnicamente, esto es, no permiten conseguir el fin buscado, y también aquellas en las que los medios entran en contradicción con los fines.

Los requisitos afectivos de la resolución de problemas morales

Aunque no es el objetivo central de nuestro trabajo, es imprescindible llamar la atención sobre algunos requisitos afectivos sin los cuales parece imposible abordar en condiciones la resolución de problemas.
No se trata de realizar una exposición exhaustiva, puesto que no es el objetivo de este trabajo, pero tampoco podemos olvidarlos completamente.
Algunos de los más significativos para lo que nos ocupa son: adecuado sentimiento de sí mismo, acompañado de la fuerza del yo y de la motivación de logro (que habitualmente son categorizados en ética como «autonomía moral». Además debemos incluir la afiliación, la afectotimia, la cooperación y la confianza (que habitualmente son categorizados en ética como »superación de egocentrismo»). Por último estaría «la tolerancia ante lo no convencional» y la «apertura mental».

Epílogo: el lugar de los problemas morales en la educación moral

Una vez que optamos por una educación mora entendida como desarrollo de competencias, parece imprescindible abordar con rigor la introducción de los problemas morales en el aula y eso exige diseñar estrategias de intervención y pruebas de evaluación.