ENFOQUES

El ámbito de la razón práctica, que abarca la resolución de problemas y la toma de decisiones, es sin duda un campo que exige un tratamiento interdisciplinar, siendo muy valiosas las aportaciones que se están haciendo desde áreas específicas:

a) Ciencias cognitivas: diversas disciplinas científicas, profundamente interrelacionadas, centradas en la descripción y explicación de los mecanismos del pensamiento, en especial, pero no solo, humano, y más en general de todo sistema complejo de tratamiento de la información capaz de adquirir, conservar, utilizar y transmitir el conocimiento. En nuestro caso, nos centramos sobre todo en lo que hace referencia a la resolución de problemas por los seres humanos. Las enumeración que sigue no pretende ser exhaustiva, sino indicativa.

  • Psicología: aborda el proceso que nos permite alcanzar objetivos que nos planteamos en un momento determinado. El proceso incluye tomar conciencia del problema, definirlo y formularlo y, por último, resolverlo. Eso implica un pensamiento complejo de alto nivel y al mismo tiempo una gestión adecuada de los sentimientos.
  • Neurociencia: una rama específica se dedica a estudiar los substratos neurológicos que sustentan los procesos cognitivos.
  • Lingüística cognitiva: interpreta el lenguaje en términos de conceptos, y analiza la estrecha relación entre lenguaje y cognición, destacando sus influencias mutuas.
  • Ciencias de la Computación o Ciencias Computacionales: abarcan las bases teóricas de la información y la computación, con diversos campos específicos de especial importancia en la resolución de problemas: teorías de la información, análisis de datos, análisis de algoritmos, sistemas expertos e inteligencia artificial…

b) Ciencias del comportamiento humano (también ciencias sociales): la conducta humana, tanto con enfoques descriptivos como normativos, ha merecido especial atención de:

  • Análisis económico del comportamiento humano, como parte de la microeconomía que intentan encontrar tanto las pautas de comportamiento de los seres humanos como orientar la forma de resolver problemas y tomar decisiones, de manera más específica, la teoría del consumidor.
  • Antropología social, relacionada con enfoques procedentes de la etología y de la psicología evolucionista y psicología social, que intenta comprender el comportamiento humano en el marco global del comportamiento de todos los seres vivos que pretenden resolver problemas maximizando las estrategias de supervivencia y reproducción.
  • Sociología y ciencias políticas: la investigación, en gran parte normativa, busca los procedimientos adecuados para resolver los conflictos sociales y desarrollar estrategias de mediación.

c) Ética o filosofía moral, con la aportación también importante del estudio de la argumentación. Este bloque constituye, del algún modo, el núcleo común que permite articular todo el trabajo del centro. En el amplio campo de la ética, es importante tener en consideración algunos aspectos centrales:

  • Una reflexión sobre lo específico del campo moral, destacando cuáles son los valores que guían la conducta de los seres humanos. Esto exige un análisis comparativo de las diferentes guías de valores que la humanidad ha ido elaborando y que ahora están vigentes y una reflexión sobre la capacidad de percepción de los valores morales que están en juego en cada momento de la vida humana. Los enfoques genealógicos y fenomenológicos resultan de gran valor para profundizar en el ámbito de los valores.
  • Una reflexión sobre la argumentación moral, o el papel que la razón desempeña en la fundamentación de los valores y en la resolución de problemas y la toma de decisiones. En este campo son importantes el método hermenéutico-crítico, las aportaciones de la casuística (estudio de casos en los que topamos con problemas y dilemas morales) y el método histórico-experimental, contrastando los resultados obtenidos por las diferentes propuestas morales en la resolución de los problemas, con especial atención a la relación entre medios y fines y la valoración de las consecuencias de las decisiones tomadas.
  • Una reflexión sobre la formación de personas moralmente educadas, lo que implica definir las competencias fundamentales de la personalidad moral. Abarca lo que tradicionalmente se entiende como formación del carácter o formación de las virtudes, en tanto hábitos de comportamiento que afianzan una conducta moralmente buena.